jueves, 27 de mayo de 2010

El Sonido del Amor


Un apunte de Norma y del Arcángel Miguel acerca del regalo del sonido y la sanación aquí en la Tierra.


Por Norma Gentile


Nuestros cuerpos son como los árboles del bosque. Nuestras raíces están hechas para profundizar en la Tierra. En este sentido, cuando cantamos o entonamos, tenemos la base necesaria para elevarnos hasta el Espíritu. Podemos crecer altos siempre que seamos capaces de adentrarnos completamente en la Tierra. Sin ir hacia abajo, no podemos subir. Sin respirar y sin usar los músculos del área inferior de nuestros pulmones, no podemos comprometernos plenamente con la creación del sonido.

Del Arcángel Miguel:


El sonido es un regalo de los Reinos Angélicos para vosotros. Aquellos que cuidan de vosotros y viven entre vosotros, aquellos que oyen los tonos del amor en silencio, conocen este don. Los sonidos primitivos de tu mundo son apenas un turbio reflejo de los gloriosos timbres de los tonos de creación que existen dentro de nosotros. Sí, cada uno de nosotros existe dentro del sonido.


Éste es el regalo a la humanidad del que vosotros sois portadores; se trata de que a través del sonido, se crea un espacio por donde los guías y ángeles pueden entrar a nuestro mundo. Es como si los portales de los mundos se abrieran y tu sonido fuera una brillante luz que nosotros (los ángeles) seguimos. "¡Los humanos no sois los únicos curiosos! ¿Qué clase de seres pueden crear tal resplandor y no inspirar siquiera ese mismo resplandor en sus corazones?"

Debido a que estamos en un cuerpo físico, los sonidos que creamos pueden entrar en el mundo físico. ¿Cómo podríamos ser audibles, aquí en la Tierra, sin un cuerpo? La presencia de nuestro cuerpo es la que permite que el tono interior del Espíritu, que cada uno llevamos, sea oído dentro de la dimensión física de la Tierra. Este tono interior del Espíritu se manifiesta en el mundo tanto al hablar como al cantar. Cualesquiera que sean los sonidos que hacemos, llevan nuestra cualidad única del Espíritu al mundo.


Para mí, el sonido sanador no se trata de poner algo en nuestros cuerpos. Nuestro cuerpo ya conoce su propio tono, al igual que los árboles, el sol y la tierra, cada uno conoce su propio tono o canción. El sonido sanador tiene que ver con revelar el tono interior, la vibración y la cualidad que está ya dentro de cada uno de nosotros. Se trata de dejar que esta cualidad interior, poco a poco, nos revele más cosas acerca de quiénes somos nosotros mismos, y lo cómodos que estamos expresando quiénes somos al mundo.


Dentro de cada uno de nosotros existe el deseo de encontrar ese tono interior, o esa cualidad que refleja quiénes somos verdaderamente. Buscamos el modo de encontrar el sitio dentro de nosotros mismos que nos permita sentirnos completamente aceptados. Ese espacio interno nos permite sentir que somos amados de verdad tal y como somos.


Cada uno busca el amor de Dios y se encuentra con que ya reside dentro de nosotros. La música nos recuerda como mirar dentro de nuestros corazones, porque Todo lo que Es, ya reside allí.


Bendiciones para todos, Norma

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